El día 17 de noviembre, internacional del cáncer de pulmón, suele pasar inadvertido, hecho que no ocurre con la celebración de otros días como el día mundial del cáncer de mama o el día mundial del Sida. Sin embargo, más que una celebración, sería una llamada de atención de lo que está pasando con el cáncer de pulmón, ya que es una enfermedad pandémica, que causa estragos de una forma similar a la pandemia del coronavirus que se extiende por todo el mundo. En este caso, el consumo de tabaco es responsable en más del 85-90% de los casos. Representa la primera causa de muerte por cáncer entre los hombres y la tercera en las mujeres, con el mayor número de casos diagnosticados en el tramo de edad entre los 55 y los 70 años.
Los afectados al año en el mundo por cáncer de pulmón son 1,6 millones de personas, siendo el tumor más frecuente (representa el 14% de todos los diagnósticos oncológicos).
El panorama en España es muy desalentador, ya que cada año se diagnostican 21.000 nuevos casos aproximadamente. Recientemente, los datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2020 indicaban que en nuestro país fallecieron 16.599 hombres y 5.294 mujeres por cáncer de pulmón. Si repasamos las cifras desde el año 2001 se deducen dos particularidades muy importantes, la primera es que la mortalidad por cáncer de pulmón en hombres en nuestro país tiende a la estabilización e incluso a la baja, la segunda es que la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres ha aumentado un 120%. De seguir por este camino, en pocos años veremos como la mortalidad de dicho cáncer en mujeres españolas superará la mortalidad por cáncer de mama. En concreto se produce un incremento del 4,4% entre 2018/2019 y 2020.
El cáncer de pulmón, está íntimamente ligado al consumo de tabaco. El cáncer de pulmón constituye un importante problema de salud pública global y es el cáncer más mortífero del mundo, responsable de más muertes que la suma de los cánceres de mama, próstata o colon. Sin embargo, tenemos una buena noticia, es prevenible, no fumando, o dejando de fumar lo antes posible.
Otras causas posibles del cáncer de pulmón sería la exposición al radón, un gas radioactivo encontrado en rocas y suelo, la exposición a otras sustancias como el amianto, el arsénico, el cadmio, el carbón, el berilio, la sílice y el níquel, Contaminación o polución de grandes ciudades y combustión de motores, el tratamiento de otros tumores que hayan precisado radioterapia torácica, enfermedades pulmonares como la fibrosis, la Epoc y la Tuberculosis y desde luego factores genéticos.
En relación al diagnóstico del cáncer de pulmón, ofrece una desventaja, y es que generalmente no se realiza de forma precoz. Nuestros pacientes fumadores no conocen los signos de alarma, siendo los más frecuentes los siguientes: Tos persistente, dolor en el tórax que no desaparece, expectoración, ruidos respiratorios, sensación de falta de aire, y esputos con sangre. Por otro lado, no se realizan despistajes en este tipo de cáncer como se hacen frente a los cánceres de colon y de mama. Actualmente ya hay estudios potentes que indican que sería conveniente realizar en los pacientes fumadores un escáner de bajo grado, para obtener el diagnóstico precoz. Por último, en cuanto a la investigación y tratamiento, se necesita una mayor inversión para llegar lo antes posible a obtener los fármacos más adecuados para curar el cáncer de pulmón.
Digno de mención es la creación de las asociaciones de pacientes afectados por cáncer de pulmón, que ayudan no solo al enfermo sino también a los familiares, y que desde una actuación desinteresada y altruista apoyan de una forma global.
Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que engloba a un elevado número de médicos de Atención Primaria, queremos trasladar a los clínicos la absoluta necesidad de intervenir frente al tabaquismo, una enfermedad adictiva crónica que está íntimamente ligada al cáncer de pulmón, siendo necesario abordar en su conjunto la prevención, el diagnóstico y su tratamiento, e insistir a nuestros pacientes que con seguir hábitos de vida saludables, como realizar ejercicio, evitar la obesidad, comer sano, beber con moderación, tomar el sol con cuidado y no fumando, nos ahorraríamos un 30% de la mortalidad por cáncer en su conjunto
José-Luis Díaz-Maroto Muñoz
Responsable de Comunicación del grupo de tabaquismo de SEMERGEN
Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria
jdiazmarotom@semergen.es