Se considera la sideremia como la cantidad de hierro circulante en el suero de la sangre mientras que la ferritina es una proteina que se encuentra fundamentalmente en el hígado y que sirve para almacenar en forma de depósitos para nuestro organismo el hierro circulante. Una cantidad de esta ferritina está circulante en la sangre, lo cual nos puede indicar de forma indirecta los niveles reales de ferritina. La elevación de ambos requiere inicialmente descartar un elevado consumo de alimentos ricos en hierro que producen la elevación de éste en primer lugar en sangre y por tanto también de los depósitos en el organismo. Sin embargo es importante valorar otros parámetros analíticos como el índice de saturación de la transferrina, ya que si éste es superior al 45-50% hay que valorar otras posibles enfermedades como son la hemocromatosis hereditaria, una enfermedad genética en la que se producen grandes elevaciones de los niveles de ferritina. También hay que valorar posibles enfermedades hepáticas, consumo de alcohol previo, enfermedades reumáticas, inflamatorias o infecciosas que pueden producir igualmente elevación de los niveles de ferritina. Un saludo.
Dr. Javier Precioso Costa
NC: 4622492
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