El Dr. Jose Ignacio Prieto Romo, miembro del Grupo Nacional de Respiratorio de SEMERGEN nos habla del jet lag: Qué es, sus síntomas, causas, recomendaciones...
-¿Qué es el jet-lag?:
El término Jet Lag, viene de las palabras Jet (avión) y lag (decaimiento), ya que se busco una denominación que pudiera describir la fatiga, frecuentemente observada, tras el viaje en avión recorriendo largas distancias (denominado, por ello, también, síndrome transoceánico) y a través de múltiples husos horarios (conocido igualmente, por este motivo cómo el síndrome de los husos horarios y o trastorno de desfase o descompensación horaria), en el que se produce una disritmia circadiana o un desequilibrio en el reloj interno o ritmo circadiano de una persona, cuyo cuerpo esta sincronizado con su huso horario original, en lugar del huso horario de destino al que viaja. Los ritmos circadianos que regulan el ciclo de sueño-vigilia, se desincronizan con respecto a la hora de la nueva ubicación, al igual que la mayoría de las funciones corporales, como el hambre y los hábitos intestinales.
-¿Cuánto dura?:
Suele ser un problema temporal, que puede afectar a cualquier persona que viaja velozmente (cuantos más husos horarios se hayan cruzado, mayor es la probabilidad de experimentar Jet Lag) y los síntomas se manifiestan en el transcurso de un día o dos seguidos al viaje, si se han cruzado al menos dos husos horarios (por lo general, lleva alrededor de un día recuperarse por cada huso horario cruzado) empeorando los síntomas o siendo de mayor duración, si se viaja en dirección este (viaje en sentido opuesto al reloj corporal, con pérdida de tiempo, respecto al reloj inicial), que si se viaja hacia el oeste (distorsiona menos el ciclo día-noche). Es posible que los adultos mayores necesiten más tiempo para recuperarse del Jet Lag, que los adultos jóvenes.
-¿Se puede evitar?
Algunas medidas básicas pueden llegar a prevenirlo como, llegar con suficiente anticipación, ajustar gradualmente el horario antes de partir, ajustar el reloj a la nueva hora antes de salir y tratar de no dormir (no ceder a ese impulso), hasta que sea de noche en el lugar de destino, aunque se sienta cansancio. Otras medidas serían intentar sincronizar las principales comidas a las de la hora local, estar bien descansado antes de iniciar el viaje, regular la exposición a la luz solar (usando gafas de sol, cerrando las persianas en el hotel y/o ponerse un antifaz, aunque sea de día) o al revés, exponerse a ella, al atardecer, si se viaja hacia el oeste, con un huso horario atrasado con respecto al habitual o hacerlo mejor, por la mañana, que puede ayudar a adaptarse más rápido a un huso horario adelantado, si se viaja al este. Del mismo modo, se puede, bloquear el ruido, usando tapones en los oídos o auriculares, o potenciarlo, saliendo a la calle u oyendo música no relajante. Es importante mantenerse bien hidratado, antes, durante y después del vuelo, para contrarrestar los efectos de la sequedad ambiental en la cabina del avión y evitar la ingesta de alcohol (puede potenciar la deshidratación) y/o excitantes como la “cafeína” o la “teína”, que pueden alterar los patrones del sueño.
¿Cúales son sus síntomas?:
Los síntomas pueden variar, de una persona a otra, tanto en número (sólo un síntoma o muchos) como en intensidad. Entre ellos, se encuentran:
-Fatiga, cansancio general, durante el día, que es el más común de todos ellos.
-Alteraciones del sueño como insomnio, despertar precoz o excesiva somnolencia diurna, parecida a la que ocurre en el Síndrome de Apnea Hipopnea del Sueño (SAHS).
-Dificultad para mantenerse alerta, con confusión al hablar o en la toma de decisiones (embotamiento, dificultad para concentrarse o desenvolverse como se acostumbra habitualmente). Falta de memoria. Irritabilidad, cambios de humor, apatía.
- Problemas digestivos o gastrointestinales como vómitos, diarrea o estreñimiento.
-Sensación general de malestar.
¿Qué causa?
Puede reducir significativamente la comodidad de las vacaciones o viaje de negocios, con disminución del rendimiento físico y laboral, favoreciendo los accidentes de tráfico y de trabajo, si se conduce o manipula maquinaria peligrosa, cuando el Jet Lag cursa con excesiva somnolencia, además de la posible repercusión anímica y en las relaciones personales, laborales y familiares, del individuo afectado.
¿conlleva algún perjuicio para la salud? ¿qué hay de las personas que viajan muy a menudo?
Depende del número, intensidad y permanencia de los síntomas, sobre todo si se viaja con frecuencia y a distintas latitudes o destinos, con diferentes husos horarios. Por ello suele afectar con mayor frecuencia a los pilotos, asistentes de vuelo (azafatas) y viajantes de negocios, con mayor proporción de accidentes automovilísticos y laborales, por conducir somnoliento, trabajar en altura o manejar maquinaria peligrosa. Del mismo modo, puede descompensar enfermedades crónicas como por ejemplo la diabetes insulino dependiente que requiere la administración de insulina con el mismo régimen horario, además de llevar un régimen dietético y de ejercicio saludable y lo más homogéneo posible.
Consejos para sobrellevarlo:
Los pasajeros deben llegar descansados, estar en buena forma (a través del ejercicio y dieta apropiados a su edad y/o requerimientos de salud), vigilar su hidratación, evitar alcohol y excitantes, pasear durante el vuelo, cuando no precisen llevar puesto el cinturón de seguridad, planificar su viaje intentándose adaptar a la zona horaria del lugar de destino y asegurarse de la toma correcta de su medicación. Asimismo pueden beneficiarse de fármacos como la melatonina o N-acetil-5-metoxitriptamina que es una hormona que se encuentra en seres humanos, animales, plantas hongos y bacterias, cuya biosíntesis y concentraciones varían a lo largo de las 24 horas, de acuerdo al ciclo vigilia -sueño, con respuesta a cambios en la iluminación ambiental, estación del año, etc, por lo que se considera una neurohormona, producida en la glándula pineal del diéncefalo, bajo la influencia del núcleo supraquiásmático del hipotálamo, que recibe información de la retina acerca de los patrones diarios de luz y oscuridad. Su déficit puede ir acompañado de insomnio y/o depresión e incluso, provocar una aceleración del envejecimiento. Nos puede ayudar a disminuir el tiempo de latencia necesario para conciliar el sueño y contribuir a aliviar la sensación subbjetiva de desfase horario o del Jet Lag. Existen alimentos precursores de la misma como la avena, las cerezas, el maíz, el vino tinto, los tomates, las patatas, las ciruelas y el arroz, por lo que es conveniente una dieta rica en estos alimentos, si se padece insomnio o se está, en esta situación. También se puede comprar en farmacias y parafarmacias, con distintas presentaciones, que conjugan incluso, 1mg de melatonina de liberación inmediata o inicio rápido para inducir el sueño y 0.98mg de liberación prolongada para mantenerlo y que éste sea de larga duración, en el mismo comprimido. La dosis mínima efectiva de melatonina es de 0.5mg, con recomendación posológica de dosis entre 1mg y 2 mg antes de acostarse, con una dosis máxima recomendada, de 5 mg al día. No se debe usar por tiempo prolongado, pues podría producir efectos secundarios. También pueden tener efecto beneficioso la valeriana, hierba medicinal inductora del sueño, el L-Triptófano, aminoácido esencial (el cuerpo no lo produce), que es precursor de la serotonina y de la melatonina y que se puede obtener también a través de la alimentación (huevos, leche, cereales, pipas, plátanos, etc), la vitamina hidrosoluble B6, que ayuda a mantener la función normal del sistema nervioso y contribuye a reducir el cansancio y la fatiga, el Zinc, micronutriente que interviene en la función neurológica, además de normas higiénico dietéticas del sueño.