Los síntomas que con mayor frecuencia se relacionan con el coronavirus son la fiebre, la tos seca y la fatiga, aunque hay pacientes asintomáticos o con síntomas leves. Si se sospecha una infección por coronavirus en un paciente leve se debe guardar aislamiento domiciliario durante 14 días. Vigila la aparición de nuevos síntomas como fiebre, tos o fatiga y en caso de empeoramiento contacta con tu médico de atención primaria o servicio sanitario correspondiente mediante los teléfonos oficiales.