Son aceledarores del bronceado. Estimulan la producción de melalina por los melanocitos, responsables de la coloración de la piel.
La recomendación por parte de los médicos de atención primaria es la protección de los rayos UVA en particular de aquellas zonas más expuestas, como es la cara. En caso de vivir en zona de zona soleada se recomienda protección incluso durante los meses fríos de invierno.