Sin lugar a dudas existe una estrecha correlación entre el consumo de tabaco y la aparición del cáncer de pulmón, un cáncer que causa un gran daño al individuo, a la familia y a la sociedad en su conjunto. Sin embargo, tenemos una buena noticia; este cáncer es prevenible, no fumando o dejando de fumar lo antes posible.
Los afectados al año en el mundo por cáncer de pulmón alcanzan la cifra de 1,6 millones de personas, siendo el tumor más frecuente de todos, excepción hecha de los tumores cutáneos no melanomas, llegando a representar el 14% de todos los diagnósticos oncológicos. Además, el carcinoma pulmonar es la primera causa de muerte a nivel mundial en varones (1). En concreto, el panorama en España es muy desalentador, ya que cada año se diagnostican 29.000 nuevos casos aproximadamente que, con los datos actualizados para el 2022 del Instituto Nacional de Estadística, supusieron el fallecimiento de 16.726 hombres y 5.956 mujeres. Si repasamos las cifras desde el año 2001 se deducen dos particularidades muy importantes. La primera es que la mortalidad por cáncer de pulmón en hombres en nuestro país tiende a la estabilización e incluso a la baja. La segunda es que la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres ha aumentado un 120% por lo que, de seguir por este camino, en pocos años veremos como la mortalidad de dicho cáncer en mujeres españolas superará la mortalidad por cáncer de mama.
También es conocido que existe una clara relación dosis-respuesta entre el tabaco y el cáncer de pulmón. Según las características de consumo (2), el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón varía en función del número de cigarrillos consumidos diariamente y del tiempo de exposición. A mayor número de cigarrillos consumidos y a mayor número de años de fumador se incrementará la posibilidad de desarrollar un cáncer de pulmón. También queda demostrado que un inicio temprano en el consumo de tabaco llevará a una mayor probabilidad de desarrollar este cáncer.
Se sabe que el 90% del cáncer de pulmón se produce por el consumo de tabaco, pero es importante advertir que también existen otras causas posibles (3). Entre las causas no vinculadas al tabaco cabe señalar la exposición al radón, un gas radioactivo encontrado en rocas, al amianto, el arsénico, el cadmio, el carbón, el berilio, la sílice y el níquel, la contaminación atmosférica, el tratamiento de otros tumores que hayan precisado radioterapia torácica, algunas enfermedades pulmonares como la fibrosis, la EPOC y la tuberculosis, y finalmente factores genéticos.
Al mismo tiempo, uno de los mayores problemas en relación a su diagnóstico es que éste generalmente no se realiza de forma precoz. Muchos de nuestros pacientes
fumadores no conocen los signos de alarma, siendo los más frecuentes la tos y dolor persistente en el tórax, la sensación de falta de aire, la pérdida de peso y los esputos con sangre. Por otro lado, todavía no se realizan despistajes poblacionales en este tipo de cáncer como se hacen en los cánceres de colon y de mama. No obstante, disponemos ya de estudios poblacionales que indican el beneficio que tiene sobre la mortalidad, conseguir adelantar el diagnóstico mediante la realización periódica y reglada de un escáner torácico de baja dosis de radiación en determinados fumadores (4). En este sentido, el apremiante cribado del cáncer de pulmón mediante tomografía axial computarizada, cada vez menos discutido, precisa de una mayor consideración por parte de nuestras instituciones y gobernantes (5).
El 17 de noviembre se celebra el día internacional del cáncer de pulmón. Este día suele pasar inadvertido, al contrario de lo que ocurre con la celebración de otros eventos como el día mundial del cáncer de mama o el día mundial del SIDA. Sin embargo, más que una celebración, este día nos exige una llamada de atención de lo que está pasando con el cáncer de pulmón, una enfermedad pandémica, que causa estragos de una forma similar a la pandemia del COVID-19, y que se extiende por todo el mundo.
Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que engloba a más de 12.000 médicos de Atención Primaria, apremiamos a intervenir eficazmente frente al tabaquismo, una enfermedad adictiva crónica que está íntimamente ligada al cáncer de pulmón, siendo necesario para ello abordar tanto la prevención, como el diagnóstico y su tratamiento. Además, conviene recordar que, con adquirir hábitos de vida saludables, como realizar ejercicio, evitar la obesidad, comer sano, beber con moderación, tomar el sol con precaución y no fumando, nos ahorraríamos un 30% de la mortalidad por cáncer en su conjunto.
José-Luis Díaz-Maroto Muñoz
Responsable de Comunicación del grupo de tabaquismo de SEMERGEN
Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria
jdiazmarotom@semergen.es
Raúl de Simón Gutiérrez
Coordinador nacional del grupo de Tabaquismo de SEMERGEN
Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria
BIBLIOGRAFÍA
1-Hetch SS. Lung Carcinogenesis bVy Tobacco Smoke Int J Cancer. 2012 December 15; 131(12): 2724-2732. doi:10.1002/ijc.27816.
2-Doll R, Peto R, Boreham J, Sutherland I. Mortality in relation to smoking: 50 years observations on male British doctors. BMJ. 2004 Jun 26;328(7455):1519. doi: 10.1136/bmj.38142.554479.AE. Epub 2004 Jun 22. PMID: 15213107; PMCID: PMC437139.
3-American Cáncer Society. Cancer.org. 1.800.227.2345
4-Schuklt TA, Lauer MJ, Berquer Y, Cardoso MR, Vandergrift LA, Habbel P, et al. Screening human lung cancer with predictive models of serum magnetic resonance spectroscopy metabolomics. Proc Nati Acad Sci. 21 de diciembre de 2021;118(51)
5- Trujillo-Reyes JC. Separ y el cribado en cáncer de pulmón, proyecto Cassandra ¿En qué punto estamos? Disponible en http//www.separcontenidos.es/separvision/2021/03/23/separ y el cribado en cáncer de pulmón