13 de junio, se celebra el Día Europeo de la prevención del Cáncer de Piel. Éste es el más frecuente en el ser humano y su incidencia (casos nuevos) está aumentando, a nivel mundial.
En España, se diagnostican cerca de 4.000 casos de melanoma al año, además de que hay 74.000 casos de otros tipos de cáncer cutáneo, como los relacionados con la exposición solar. Habitualmente, podemos clasificarlo en dos grandes grupos: Cáncer de piel melanoma, el cual tiene una incidencia, en nuestro país, de 9,7 por cada 100.000 habitantes, y tiene capacidad de metastatizar. Por otro lado, está el cáncer de piel no-melanoma, el cual engloba, principalmente, el epitelioma o carcinoma basocelular (CBC) y el carcinoma epidermoide o espinocelular (CE). Su capacidad de generar metástasis es limitada y su incidencia es de 118 casos por cada 100.000 habitantes, en el caso del CBC, mientras que el CE representa 42 casos por cada 100.000 habitantes.
Ante el incesante aumento del número de afectados, es necesario tomar medidas de prevención, adoptar ciertos hábitos (entre otros, el uso de la fotoprotección) y revisar, periódicamente, nuestra piel. "Los factores de riesgo son aquellos eventos o situaciones que aumentan la probabilidad de padecer una determinada enfermedad. Respecto al cáncer de piel, algunos factores no son modificables (por ejemplo, la edad, el sexo o la presencia de antecedentes familiares), y, en cambio, otras características sí son prevenibles", asegura el Dr. David Palacios, Coordinador Nacional del Grupo de Trabajo de Dermatología de SEMERGEN. Entre estos factores, podemos encontrar:
- Exposición a la luz ultravioleta (UV). Es el principal factor de riesgo de la mayoría de los cánceres de piel. Las principales fuentes de radiación UV son el sol y las camas bronceadoras. La luz UV daña el ADN de las células de la piel. El melanoma del tronco y las piernas se ha relacionado con las quemaduras solares, especialmente las producidas durante la infancia.
- Nevos (comúnmente llamados lunares). Un nevo o nevus es un tumor pigmentado benigno (no canceroso). La mayoría de ellos nunca causará ningún problema, aunque las personas que tienen muchos lunares pueden ser más propensas a padecer melanoma. Los nevos atípicos o displásicos presentan características de nevos normales y características propias de melanoma (diferente tamaño, forma o color).
- Envejecimiento: La acumulación del tiempo de exposición a la radiación solar, conforme pasan los años, hace que el riesgo de padecer CBC y CE aumente con la edad.
- Antecedentes personales o familiares
- Alteraciones del sistema inmunitario. Entre las funciones del sistema inmunitario se encuentra la de ayudar a combatir el cáncer de piel y de otros órganos
- Tabaquismo: Es un importante factor de riesgo
Prevención desde la Atención Primaria
"Como ilustra el ejemplo inicial, el diagnóstico del cáncer de piel es eminentemente clínico, basado en la anamnesis (entrevista clínica) y la exploración física", asegura el Dr. Palacios. "En ocasiones, cuando existen dudas diagnósticas, puede ser necesario realizar una biopsia para poder analizar histológicamente la benignidad o malignidad de la lesión", continúa diciendo.
El diagnóstico precoz del cáncer de piel es fundamental para disminuir su morbimortalidad, resultando especialmente importante para reducir la mortalidad del melanoma. Desde este punto de vista, la Atención Primaria representa un escenario especialmente relevante, tanto para la prevención primaria del cáncer de piel (evitar que se desarrolle) como para la prevención secundaria (diagnosticarlo precozmente cuando ya se ha producido). Una de las técnicas diagnósticas, no invasivas, es La dermatoscopia, cuya utilización en AP se va extendiendo paulatinamente. Ésta puede resultar de gran utilidad en el manejo diagnóstico-terapéutico de las lesiones sospechosas de malignidad, disminuyendo el número de biopsias necesarias.
"La educación para la salud, la prevención y la promoción son facetas habitualmente desarrolladas desde la Atención Primaria". Por ello, entre las medidas a poner en práctica podemos encontrar, evitar los factores de riesgo y aumentar los factores de protección, es aconsejable evitar la exposición solar durante las horas centrales del día (entre las 11 y las 16 horas, aproximadamente), utilizar crema fotoprotectora, con un factor de protección entre 30 y 50, proteger a los niños del sol, realizar auto exploraciones o vigilar los lunes, entre otros.